En primer, lugar gracias a todos por venir. A Pablo, editor del libro, a Marcos Ortiz, que presentará el libro, a mis grandes amigos y compañeros de la palabra, desde hace muchos años, Soledad Serrano Fabre y Enrique Gracia Trinidad y, por último, a mi sobrino Ignacio, que os va a leer unas palabras que he traído.
Este libro que os presento, LA INCERTIDUMBRE DEL DESTINIO. quedó listo cuando comenzó la pandemia, su PDF estaba preparado para partir hacia las manos de un editor y, de este modo, poder convertirse en libro. Sin embargo, todo cambió radicalmente, el PDF se ocultó en su carpeta de libros inéditos y yo me fui fuera de Madrid, escapando del virus asesino.
En Navas del Rey, a mi Paraíso Blanco, como me refiero en muchos de mis poemas, en mi casa, rodeado de silencios, ilusiones y naturaleza, seguí escribiendo poemas, una nueva hornada en la que la mayoría de ellos reflejaban, o trataban de reflejar una realidad actual que me asusta, me da autentico pavor el hecho que, en cualquier lugar, te puedes encontrar con un iluminado que tenga prisa por llegar a su paraíso y se inmole, provocando muertes de inocentes, o mochilas ocultas, dispuestas a arrebatarte lo más preciado que tenemos, la vida. No nos podemos imaginar, cualquiera de los que estamos aquí, que solemos asistir a varios actos, a lo largo de la semana, que, de repente, no podamos llegar a nuestro destino. Pues es una autentica putada pero, desgraciadamente, puede pasar.
A esta incertidumbre en la que vivimos inmersos, se unió la de la pandemia, un virus desconocido que, en principio, no dejaba de matar y sembrar el pánico por donde pasaba. Esto dibujó la oscura situación que vivían los países de todo el mundo, con inmensas calles vacías, llenas de dolorosas incertidumbres y constantes noticias de conocidos, amigos y familiares que morían en la soledad más cruel.
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