martes, 2 de septiembre de 2025

RODEADO DE SILENCIOS
desaprensivos,
surgidos de los rincones
nebulosos de la noche,
tengo miedo, una sensación

muy extraña recorre mi cuerpo
escarbando, con furia,
los rincones cálidos de mi alma,
donde se esconden
los últimos versos
de una fiesta solitaria.

Las sombras del ayer
me roban las palabras,
destruyen, con inquina,
las hermosas imágenes

que, cada atardecer, se esforzaban,
con suma ternura,
de consolarme y aliviar
los viejos temores de mi eterna soledad.

Ella partió entre la niebla de los deseos,
no se despidió. Su rostro angelical
se diluyó en las lágrimas doradas
de una página eternamente ausente.

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