DETRÁS DE LOS SILENCIOS

se esconden emociones

antiguas, quieren regresar

a la blancura luminosa

de la cuartilla ausente.

Los versos, desesperados.

esperan, a lo largo de inmensas

avenidas desiertas,

la decisión suicida del poeta.

Desean abandonar la morriña

de un ayer perdido

en el olvido del atardecer.

Juegan con palabras traviesas

que se resisten a abandonar

los suspiros de la madrugada.

Desean seguir soñando

entre los atardeceres rojizos

del recuerdo, no quieren perderse

caminos borrachos.

Por inmensos espacios azules

vagan enloquecidas.

No quieren despertar al poeta

del sueño eterno del amor,

sólo pretenden protegerle

de sus propias desdichas.