sábado, 7 de junio de 2025

ARROJARSE AL VACÍO
supone el gran sacrificio,
hay que desnudarse precipitadamente,
lanzarse a unas brasas
que te devoran con lentitud.

Procuras agarrarte
a los silencios más corrosivos
y evitar la quema de las emociones
más ardientes.

No hay que desfallecer,
es preciso seguir adelante
aunque el dolor sea insoportable.

Hemos de escapar de nuestro
propio destierro, buscar las palabras
adecuadas que logren apagar
el fuego de las desdichas.

Los versos, escondidos
en los rincones del alma,
saldrán, avergonzados, acudirán
a la llamada de auxilio.

Lucharán por acabar con dolores
amargos de la soledad.

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