LAS PALABRAS LLENAN
de amaneceres luminosos
a los corazones oprimidos.
La esperanza brilla
n un horizonte extraño,
difuminado en espacios
transparentes.
Las letras lloran,
angran sudores ingratos
que les impiden
tomar el aire necesario,
preciso,
para alcanzar la gloria.
La inmensa blancura
se cubre de ecos
amargos y dolorosos
del ayer.
Son fuertes,
resisten el empuje
del viejo reloj.
El tiempo escupe rencores
caducos, casi olvidados,
momentos que huyeron
por sendas misteriosas
en las que, poco a poco,
el poema desaparece por
los atardeceres
melancólicos del alma.
EL OTOÑO SE PASEA
por la gran ciudad plantando
esperanzas nuevas
sobre los corazones resecos.
Las ilusiones brotan con fuerza,
quieren luchar y deshacerse
de tantas miserias.
Las hojas de los árboles
cubren las viejas mentiras
que persiguen a los hombres.
El frío otoñal se cobija
en las almas serenas.
La lluvia persistente
dibuja versos sobre el horizonte
lejano,
donde el corazón del poeta
llora por su amada.
YO,
un verso solitario.
Una rima inexacta
en busca de su silencio,
una medida desproporcionada
que apenas percibe en viento.
Yo,
perdido en la inmensidad
de estrofas transparentes
busco, como un poseso,
la comprensión de las palabras,
mas su odio me rompe los esquemas
y en la blancura del papel
las voces enmudecen.
Tal vez mañana
ella regrese a buscarme
y sólo encuentre
versos sin compartir.
.Radiados el 26 de mayo de 2013
viernes, 31 de mayo de 2013
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