ABRIRE LA VENTANA
para contemplar el horizonte
y seré dichoso
al contemplar tu cuerpo
sobre las hojas del otoño.
Con dulzura tomaré tu alma
y te acariciaré.
Entonces, lentamente,
empezaré a desgranar
los últimos versos
de amor
sobre las cuartillas
amarillentas de mi alma.
jueves, 24 de noviembre de 2011
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