MI PALABRA
de viento
se desborda
en atardeceres grises,
sobre los ecos confusos
de cristales rotos.
Las sílabas se rompen
una a una,
despacio.
El poema se deshace
al contemplar, atónito,
un horizonte aún no inventado.
sábado, 4 de junio de 2011
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Muy buen poema amigo.
ResponderEliminarUn saludo
Javier