EL TIEMPO AVANZA,
tal vez, por la senda
equivocada.
Va robando sueños
vergonzosos,
palabras no pronunciadas.
Avanza alocadamente
y la maldita soledad
borra, sin ningún tipo
de escrúpulo,
la blancura de mis estrofas.
POR EL SENDERO DE LA VIDA
hay atardeceres grises
donde los versos lloran
sus desdichas de amor.
Las palabras callan su estupidez,
reflexionan sobre
la existencia del poeta.
En la profundidad del abismo
la blancura ciega
se cubre de lágrimas amarilla.
El tiempo decide.
Todo quedará escrito
en el sendero dormido
de las almas enamoradas.
EL SILENCIO DEL ALMA
es un gran canto de amor
donde los sonidos
dibujan amaneceres de colores.
El alma, sumisa, se entrega
a la nostalgia,
y los poemas envejecidos
luchan por un amor
del ayer.
La tristeza del poeta
se cubre de estrellas.
Radiados en Calidospio el 6 de enero de 2013
miércoles, 9 de enero de 2013
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