AYER, MUY TEMPRANO, AMANECÍ
muerto.
Mis ojos vacíos, ausentes,
perdidos en los senderos
invisibles del recuerdo,
no veían la luminosidad
del nuevo día
Ayer, más muerto que nunca,
tenía ganas de ti
pero, tras tu partida,
las palabras desaparecieron.
EN EL ESPEJO
se refleja toda mi existencia.
Cuando me asomo,
cada amanecer, a la vida,
seres queridos regresan
para entregarme antiguas
esperanzas, ilusiones perfumadas
envueltas en salvajes sensaciones.
Momentos entrañables
que se convirtieron en poemas
del alma grabados con las lágrimas
cotidianas!
El espejo también envejece,
en sus borrosas imágenes
contemplo las imágenes de mi vida,
los versos ausentes
de un sendero solitario.
El espejo se quiebra,
el horizonte se desaparecerá
en la niebla.
jueves, 31 de mayo de 2012
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