SI TUVIERA TIEMPO,
el tiempo preciso y necesario
para dejar volar
a mi soledad, reprimida
por tantos fantasmas grotescos,
perseguida por tantos miedos
absurdos y crueles.
Si pudiera, por fin,
despojarme de las miserias
del alma,
haría el amor a la noche
en un lugar apartado
del espejo blanco,
allí donde las tinieblas
pierden la virginidad
ante las miradas atónitas
de los sueños
castrados por pecados absurdos,
y trataría de ser feliz.
Le arrancaría al vacío
las caricias que me fueron robadas
por los atardeceres insensatos
y penetraría, lentamente,
por el abismo de lo desconocido.
Entonces,
lograría ver la luz,
y descifrar los enigmas
del amor.
lunes, 9 de mayo de 2011
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